En España, un 71% de las empresas está inmersas en procesos de transformación digital, pero ¿realmente saben qué implica? En muchos casos, digitalización y transformación digital se utilizan como sinónimos, aunque representan enfoques distintos y, sobre todo, con impactos muy diferentes en el negocio. Entender esta diferencia es clave para saber cuál de los dos procesos necesita tu empresa, y más importante aún, analizar que herramientas, procesos y socios necesitas para llevar el proyecto a buen puerto.
¿Digitalización o transformación digital?
Para empezar, la digitalización es un primer paso hacia la eficiencia. Se refiere a la adopción de tecnologías que permiten optimizar procesos que antes eran manuales o analógicos. Pensemos en un ejemplo sencillo: transformar un archivo físico en un sistema de almacenamiento en la nube o usar un CRM en lugar de una hoja de cálculo. Este cambio mejora la operativa diaria, pero no altera la estructura o estrategia del negocio. Es un enfoque puntual, dirigido a resolver problemas concretos de eficiencia y productividad. Sin embargo, si te preguntas: ¿es esto suficiente para asegurar la competitividad de mi empresa en el futuro?, es posible que la respuesta sea «no».
La transformación digital no es solo una cuestión de tecnología, es una renovación integral que atraviesa todos los aspectos de una empresa. Desde replantear el modelo de negocio para aprovechar nuevas oportunidades, hasta modernizar plataformas y procesos internos que agilicen las operaciones. Es un cambio que exige la adopción de tecnologías innovadoras como la nube, IA o big data, pero también implica algo más profundo: transformar la cultura organizacional, desarrollar nuevas habilidades y poner al cliente en el centro de cada decisión.
Como señala Francesc Catalán, CIO de Almirall: “Las compañías no avanzan si los empleados no lo hacen”. Y es que la transformación digital no es solo una cuestión de tecnología, sino de personas. Para que tenga éxito, requiere que los empleados abracen el cambio y se capaciten continuamente. De hecho, uno de los mayores obstáculos en este proceso es la resistencia interna. Las empresas que no forman a su equipo para adaptarse a estas nuevas herramientas corren el riesgo de ver fracasar sus esfuerzos de transformación.
¿Qué necesita tu empresa?
Entonces, ¿cómo saber si tu empresa necesita una simple digitalización o una transformación digital completa? Pregúntate: ¿Estoy optimizando mis procesos actuales o necesito reinventar mi modelo de negocio para seguir siendo competitivo y expandirme? Si lo que buscas es mejorar la eficiencia y reducir costes en áreas específicas, probablemente solo necesites digitalizar ciertos aspectos. Pero si enfrentas una creciente competencia o ves que tu sector está cambiando drásticamente, es momento de pensar en transformar tu empresa por completo.
Y en este contexto, España destaca como un país líder en adopción de tecnologías avanzadas, con un 66% de empresas que tienen previsto iniciar o continuar su transformación digital este año, según el Think Digital Report de Inesdi Business Techschool. Este dato muestra el compromiso de las compañías con la innovación y la necesidad de estar preparadas para competir en un entorno cada vez más digital. La transformación digital no es opcional, especialmente cuando el 90% de las empresas confiesa que se enfrenta a nuevos competidores, muchos de los cuales ya están usando la tecnología como su ventaja competitiva.
Ahora bien, un error común es pensar que la transformación digital es solo implementar tecnologías avanzadas. Aunque el uso de inteligencia artificial, big data y plataformas en la nube es fundamental, la verdadera transformación implica una una cultura corporativa que busque la innovación y la mejora continua que aplica a toda la empresa, solo al departamento de Tecnología.
Retos y oportunidades de la transformación digital
A pesar de esto, muchas empresas aún se sienten abrumadas por la magnitud del desafío. Según el citado informe, casi la mitad de las empresas (47%) no tienen claro por dónde empezar o cómo implementar una transformación digital efectiva. Mauricio Gumiel, Senior Sales director de ServiceNow, subraya que es necesario “hacer más con menos”, y eso solo es posible si las organizaciones rompen los silos internos y optimizan sus procesos mediante plataformas colaborativas y automatizadas. La eficiencia y la agilidad son claves, pero sin olvidar que la transformación digital exige un esfuerzo constante en capacitación y adaptación.
Si estás pensando en dar este paso, es crucial entender que no se trata de un proceso sencillo. La resistencia interna, el desconocimiento de las nuevas tecnologías y la falta de competencias adecuadas son barreras reales que muchas empresas españolas enfrentan. Aun así, no hacerlo tiene un coste aún mayor: quedarse atrás frente a competidores que están aprovechando la tecnología para innovar y ofrecer mejores servicios.
El camino hacia la innovación
La decisión de optar por la digitalización o la transformación digital depende de las necesidades específicas de tu empresa y su contexto competitivo. Si bien la digitalización puede ser un primer paso hacia la modernización, no te preparará para enfrentar los cambios disruptivos que están afectando a todos los sectores. La transformación digital, en cambio, es un proceso integral que puede rediseñar por completo tu forma de aportar valor al mundo.
Entonces, ¿qué necesita realmente tu empresa? Si aún estás usando procesos manuales y necesitas optimizar tareas, la digitalización puede ser tu primera parada. Pero si reconoces que el mercado y tus clientes están evolucionando rápidamente y quieres mantenerte a la vanguardia, es probable que necesites replantear tu estrategia y embarcarte en una transformación digital completa.
Como dice Mauricio Gumiel, “Todos necesitamos desbloquear valor conectando todas las partes de nuestro negocio”. El éxito en el futuro no vendrá solo de adoptar la última tecnología, sino de integrar esa tecnología con una estrategia sólida que esté centrada en las personas, los procesos y la cultura corporativa.