Qué es el liderazgo dinámico
Los modelos organizativos y los tipos de liderazgo son temas intensamente debatidos en el ámbito de la Administración de Empresas y desde el área de Gestión de Personas. Sea cual sea el modelo y la cultura corporativa, tradicionalmente se ha tendido a destacar la importancia del rol del dirigente, el líder, que marca las líneas de actuación de la organización y sobre el que recae también la toda responsabilidad.
Sin embargo, además de los tipos de liderazgo autocrático, democrático, transaccional y transformacional, existe otro tipo de liderazgo: el dinámico. Un tipo de liderazgo que se alinea completamente con la necesidad de adaptabilidad a entornos complejos, permite tomar decisiones y actuar de manera ágil y rápida, mientras se mantiene un enfoque claro de los objetivos generales.
Como explica Alfredo Vázquez, Team Coach, en el liderazgo dinámico “el rol de líder no recae en una sola persona, sino que se mueve de manera fluida entre todos los miembros del equipo y permite que cualquiera asuma la responsabilidad y tome decisiones cuando sus habilidades y conocimientos son más relevantes para la tarea en cuestión”.
Se trata del “comando descentralizado”, una técnica o habilidad creada en el cuerpo de élite norteamérico Navy Seals, basada en la delegación de la toma de decisiones. En Extreme Ownership: How U.S. Navy SEALs Lead and Win los marines Jocko Willink y Leif Babin proponen que un líder eficaz no debe ser el único tomando decisiones. Las decisiones debe tomarlas el que se encuentre más cerca del problema y tenga más conocimiento para resolverlo, sin depender del líder jerárquico en cada momento.
Cada miembro del equipo conoce el objetivo global, conoce cómo su función encaja en él y cuenta con la confianza, el empoderamiento y la autonomía suficiente para actuar de manera descentralizada.
Durante la Batalla de Ramadi en la Guerra de Irak, los autores se enfrentaron a un entorno caótico y peligroso. La descentralización permitió que los equipos de combate actuaran independientemente. “Un equipo no puede funcionar si todos esperan que las órdenes lleguen desde arriba. Los líderes no pueden estar en todas partes al mismo tiempo. No hay malentendidos cuando todos saben exactamente hacia dónde vamos y por qué”.
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Características del liderazgo dinámico
Lo que funciona en el campo de batalla, también funciona en el ámbito empresarial. Veamos qué aspectos son necesarios tener en cuenta.
Comunicación y comprensión del objetivo general: Para que todos los miembros del equipo puedan liderar llegado el caso es fundamental que todo el equipo conozca y comprenda el para qué, cómo y qué del proyecto. Así se tomará la mejor decisión en cada momento, sabiendo cuáles son las prioridades, hacía qué dirección se rema y cómo se quiere realizar cada acción.
Confianza y empoderamiento: Para que el liderazgo dinámico funcione adecuadamente, el líder jerárquico debe confiar en todos los profesionales y empoderarles para que puedan tomar decisiones y ejecutarlas. Una vez que delega la toma de decisiones, hay que confiar en su correcta ejecución y no deshacer ni corregir sobre la marcha, a no ser que sea estrictamente necesario. Si todo sale bien, perfecto. Si no sale como esperábamos, habrá que tener en cuenta el siguiente punto.
Aceptación del riesgo y el error: Un líder dinámico debe ver cada experiencia, positiva o negativa, como un aprendizaje para todo el equipo. Esto promueve una cultura de confianza donde los miembros del equipo se sienten libres para actuar sin miedo repercusiones y así cada vez ganar en mayor autonomía.
Autonomía y creatividad: Sin depender constantemente de las órdenes del líder jerárquico, que puede conducir a un micromanagement, los miembros del equipo cuentan con mayor autonomía en su ámbito de especialización y actividad. Esta autonomía les da la libertad para desarrollar su pensamiento creativo y llegar a soluciones más variadas y frescas que enriquecen el proyecto profesional en su conjunto.
Optimización del talento y motivación: Cada miembro del equipo es único y excepcional con fortalezas y talentos diversos. El liderazgo dinámico les da la posibilidad desarrollar todo su potencial cuando se delega en ellos tareas en las que tiene más conocimiento o experiencia, independientemente de su cargo o responsabilidad dentro de la empresa. Esto hace que el profesional se sienta más empoderado, valorado y motivado.
Colaboración: En lugar de centralizar poder, el liderazgo dinámico promueve la colaboración entre todos los profesionales. Esto hace que todos se sientan capacitados para aportar y actuar y los hace más resilientes y eficaces. Como dice Carol S. Dweck en su libro Mindset: la actitud del éxito: el liderazgo no significa tener todas las respuestas, sino crear un entorno donde las personas puedan descubrirlas juntas.
Éxito colectivo: El liderazgo dinámico va único a una cultura corporativa que celebra el logro y lo valora como algo cooperativo y colaborativo, sin importar quien haya liderado la acción. Hoy la medalla te la puedes poner tú, mañana me lo puedo poner yo, pero en realidad la medalla es siempre de todos.
Empresas donde es más necesario el liderazgo dinámico
El liderazgo dinámico es realmente interesante en empresas o situaciones en las que es necesaria una toma de decisiones rápida para conseguir una adaptación rápida, innovación constante y colaboración fluida. Las start ups sean, quizás, las organizaciones que más se beneficien de este tipo de liderazgo.
Cuando se está creciendo rápidamente es vital no crear cuellos de botella en la toma de decisiones y dejar que decida la persona que más información tiene en ese momento. Esta rapidez permite que las ideas innovadoras sean implementadas rápidamente y así crear mayor e impacto y ser más competitivos.
Evidentemente, el sector de la tecnología, en la que lanzar un producto innovador “demasiado tarde” puede suponer la ruina, necesita un liderazgo dinámico que tenga la flexibilidad necesaria para adelantarse a las necesidades del mercado, evolucionar sus productos y adelantarse a la competencia.
Los sectores de la moda, audiovisual o diseño donde la experimentación es prioritaria también son excelentes para practicar un liderazgo dinámico. Los líderes que permiten a sus equipos trabajar con autonomía, creatividad y adaptación continua a las tendencias del mercado son los que realmente conseguirán mejores resultados.
También las situaciones de crisis económicas o sociales y momentos de gran incertidumbre dan las condiciones idóneas para ejercer un liderazgo dinámico. Cuando la viabilidad y sostenibilidad de la compañía está en riesgo es un buen momento de ser ágil y eficiente abandonando viejas burocracias y jerarquías en aras de una mayor eficiencia y resolución.
El caso Netflix
Reed Hastings, fundador de Netflix, destaca que el liderazgo dinámico ha sido fundamental para crear una cultura que favorece la flexibilidad, innovación y rapidez en la toma de decisiones. En lugar de depender de jerarquías rígidas, los empleados tienen la libertad de actuar rápidamente, lo que fomenta la adaptabilidad y la capacidad de respuesta ante los cambios del mercado.
Netflix promueve un equipo de alto rendimiento donde las decisiones se toman cerca del problema, sin esperar la validación de líderes jerárquicos. Además, la cultura de feedback radical y transparencia facilita una comunicación abierta que acelera la resolución de conflictos y mejora la colaboración.
“Si se da más libertad a los trabajadores en lugar de desarrollar procesos que les impidan ejercer su propio criterio, tomarán mejores decisiones y será más fácil pedirles que se responsabilicen”, Hastings.