¿Qué es el job crafting?
El job crafting es una poderosa herramienta que permite personalizar nuestras responsabilidades, adaptándolas a nuestras fortalezas y talentos. Consiste en redefinir nuestro rol de manera que podamos realizar las tareas que más nos motivan y en las que destacamos. ¿El objetivo? Sentirnos más conectados con lo que hacemos.
El concepto de job crafting fue introducido en 2001 por las profesoras Amy Wrzesniewski y Jane E. Dutton, de la Universidad de Yale y la Universidad de Michigan. Ellas exploraron cómo los profesionales podían modificar sus propios roles para mejorar su satisfacción en el trabajo.
Este enfoque puede tomar tres formas: task crafting (ajustes en las tareas laborales), relational crafting (cambio en las relaciones laborales) y cognitive crafting (modificación de nuestra percepción sobre el trabajo). Esto permite que los empleados ajusten la forma en que realizan sus tareas, el momento en que las hacen, e incluso la manera en que se relacionan con compañeros y superiores. Todo esto se traduce en un mayor sentido de responsabilidad y empoderamiento. Y lo más importante: pueden conectar su trabajo con sus propios objetivos, ideales y pasiones.
Recuerda esta fábula sobre la importancia de la automotivación y sentir que trabajas para un propósito mayor a la simple tarea encomendada: «Un viajero llegó a la ciudad y vio a tres hombres picando piedra. Le preguntó al primero: ‘¿Qué haces?’ ‘Pico piedra’, respondió malhumorado. Preguntó lo mismo al tercero. ‘Me gano la vida’, contestó mientras se secaba el sudor de la frente. Misma pregunta para el tercer trabajador. ‘Estoy construyendo la catedral de Santiago’, respondió con una sonrisa en la cara”.
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Beneficios del job crafting
El job crafting permite a los empleados alinear sus tareas y responsabilidades con sus habilidades e intereses, lo que genera una mayor satisfacción laboral y aumenta el compromiso al estar más conectados con su trabajo y con la organización. Todo esto se traduce en un aumento de la motivación, el impulso y el entusiasmo.
Además, favorece el desarrollo personal y profesional del empleado, haciéndolo crecer como individuo. A medida que aumenta el empoderamiento y la responsabilidad en el trabajo, también se incrementan la creatividad y la productividad.
Cuando los empleados tienen la libertad de ajustar su carga de trabajo, pueden gestionar mejor el estrés y el agotamiento. La flexibilidad facilita un equilibrio entre la vida personal y profesional, promoviendo una vida laboral saludable.
Job crafting e inclusividad
El job crafting parte de la premisa de que todos somos únicos y excepcionales con características singulares y que los puestos de trabajo se pueden adecuar a nuestras singularidades, a nuestro particular DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortaleza, Oportunidades).
Esto es especialmente interesante para crear lugares de trabajo neuroinclusivos adaptando los roles a las fortalezas individuales de empleados neurodivergentes. El job crafting permite reducir la sobrecarga sensorial en los casos que sea necesario, crea una sensación de control sobre las tareas diarias que reduce la ansiedad, el estrés y la sobre carga de trabajo.
Al mismo tiempo, fomenta la autonomía, algo fundamental para empleados que pueden mostrar dificultades a la hora de relacionarse. Y, muy especialmente, permite centrarse en tareas energizantes, como la resolución de problemas utilizando la creatividad.
Imagina un profesional con TDAH podría sentirse muy satisfecho y valorado desarrollando proyectos cortos y de alta intensidad, lugar de desarrollar tareas largas y repetitivas, Al delegar el trabajo administrativo rutinario, puede canalizar su hiperfoco en la resolución creativa de problemas o en la estrategia, impulsando tanto el éxito individual como empresarial.
“Cuando los roles se adaptan a las fortalezas y preferencias individuales, no solo beneficia a la persona, sino que fortalece a todo el equipo. Los equipos de alto rendimiento prosperan cuando se reconocen, alinean y celebran las perspectivas y talentos diversos. Al fomentar prácticas neuroinclusivas, las organizaciones pueden crear equipos colaborativos e innovadores que sobresalgan en el mundo actual, de rápido cambio”, Jane Livesey, experta en neuroinclusión.
¿Cómo implementar el job crafting?
El primer paso es reflexionar sobre tu propio DAFO personal. ¿Qué tareas disfrutas? ¿En cuáles destacas? ¿Qué te da energía y qué te agota? Este análisis te permitirá identificar qué ajustes son necesarios para sentirte más realizado en tu trabajo.
Luego, visualiza tu rol ideal, alineando tus habilidades, intereses y propósitos con tu realidad profesional. ¡No olvides pensar también en los beneficios que esto traerá a la organización!
Ya con esta claridad, estarás listo para hablar con tu gerente o con el equipo de Gestión de Personas. Proponer una fase de prueba para evaluar los cambios es un buen primer paso. Empieza con pequeños ajustes y evalúa su impacto de forma progresiva.
Desde el área de Gestión de Personas se puede favorecer el job crafting creando espacios donde los profesionales puedan reflexionar sobre sus intereses, habilidades, motivaciones, desempeño… para realizar posteriores ajustes de sus roles.
También es importante fomentar una cultura corporativa que fomente la experimentación para probar pequeños ajustes y analizar cómo estos afectan al desempeño y al clima laboral.
El job crafting no solo permite a los empleados sentir que su trabajo tiene un propósito más grande, sino que también potencia su crecimiento personal y profesional. La adaptación de las tareas a las fortalezas y pasiones de cada uno no solo mejora el bienestar, sino que también fortalece a los equipos y a la organización en su conjunto. Esta personalización de roles es una estrategia clave para lograr un entorno inclusivo, motivador y productivo.
