Qué es la gamificación
El término gamificación, según el diccionario Oxford, se refiere a “la aplicación de elementos típicos del juego a otras áreas de actividad”. Pero su alcance va mucho más allá: busca fidelizar, motivar, enseñar y resolver problemas. En esencia, se trata de transformar actividades cotidianas en desafíos interactivos donde puedes ganar puntos, medallas o destacarte en clasificaciones. Añadir una motivación extra a cualquier actividad que tengamos que realizar.
Beneficios de la gamificación
Atracción y retención de talento: la gamificación está directamente relacionada con la innovación y el cuidado del bienestar de los empleados. Una empresa que invierte tiempo y recursos en hacer más entretenidas las experiencias laborales aumenta su atractivo y refuerza el compromiso, la fidelización y el orgullo de pertenencia de sus equipos.
Motivación de los empleados: en el ámbito empresarial, muchas actividades necesarias pueden resultar monótonas. Implementar gamificación transforma estas tareas en experiencias más dinámicas y estimulantes, lo que repercute positivamente tanto en los empleados como en la organización.
Aprendizaje: diseñar la formación bajo los principios de la gamificación aumenta la participación, reduce el abandono y facilita la consolidación de los conocimientos adquiridos. Los cursos que combinan teoría con desafíos prácticos gamificados se vuelven más entretenidos y efectivos, mejorando tanto la comprensión como la aplicación práctica de la información.
Productividad: cuando los empleados se marcan objetivos, compiten de forma saludable y logran cumplirlos, disfrutan mucho más del proceso. Este enfoque estimula el esfuerzo individual y colectivo, especialmente si los objetivos se alcanzan en equipo, generando un impacto positivo en los resultados.
Clima laboral: el hecho de incorporar gamificación en el área de Gestión de Personas refleja una cultura empresarial comprometida con el bienestar de los empleados. Si bien busca alcanzar objetivos, también lo hace de manera divertida y constructiva, promoviendo el desarrollo profesional y un ambiente laboral más positivo.
Lectura recomendada
Gamificación en procesos de selección y onboarding
La gamificación se puede emplear en todas las tareas relacionadas con la Gestión de Personas, desde la selección de personal hasta la evaluación de desempeño pasando por el onboarding y, desde luego, para cualquier acción formativa.
En los procesos de selección, la gamificación crea un ambiente más relajado donde los candidatos pueden demostrar sus habilidades, conocimientos y experiencia de una manera auténtica. Paralelamente, el reclutador obtiene una visión más completa del perfil del candidato que con métodos tradicionales como entrevistas o dinámicas grupales.
Unilever ha utilizado durante años un proceso de selección que incluye gamificación, big data e inteligencia artificial. Los candidatos deben participar durante 20 minutos en juegos virtuales en los que se recrean contextos y situaciones reales de la empresa. De esta manera, se evalúa el pensamiento analítico, la capacidad de adaptación, la resolución de problemas y la toma de decisiones.
Como explica Yolanda Menal, ex directora de RRHH de Unilever España, “tras el juego, obtenemos un perfil cognitivo de cada persona y se seleccionan aquellos que más encajan con nuestro sistema de trabajo y de valores para pasar a la siguiente fase”.
El onboarding también es un momento ideal para introducir dinámicas lúdicas. Los primeros días en una nueva organización pueden ser abrumadores debido a la cantidad de información sobre la cultura, las tareas y los compañeros. Algunas organizaciones completan las reuniones iniciales de bienvenida con un manual del empleado, pero las que ofrecen esta información de manera lúdica literalmente “enganchan” al nuevo empleado desde el principio.
Gamificación en evaluaciones de desempeño y formaciones
La gamificación tiene un punto de sana competitividad que puede utilizarse en el ámbito empresarial para mejorar la productividad, evaluar el desempleo y ayudar a decidir la remuneración e inventivos de cada trabajador.
La empresa estadounidense Live Ops, especializada en el call center outsourcing, ha utilizado la app Nitro Bunchball LiveOps para dar puntos a los colaboradores según el número de llamadas realizadas, las habilidades demostradas y los cursos de formación completados. De los resultados en el juego, depende de que se les asigne más trabajo y así obtengan más o menos retribución.
Otro de los ámbitos de aplicación más comunes de la gamificación es la formación. La formación interactiva, learning by doing, mejora indudablemente la motivación y el compromiso de los empleados. Se puede utilizar la gamificación para enseñar a los empleados la cultura corporativa, los productos y servicios, toda la normativa legal necesaria, conocimientos técnicos, soft skills…
Las empresas que han gamificado sus LMS (Learning Management System) han conseguido que sus empleados accedan a más cursos, los realicen en menos tiempo y disfruten más de la experiencia. Aquí el sistema de puntos, insignias tras conseguir logros y las tablas de clasificación reducen en abandono de la formación y hacen que se convierta en algo casi “adictivo”.
Juegos atractivos y motivadores
Como decíamos al principio, la gamificación tiene como propósito transformar actividades necesarias y cotidianas (a veces tediosas) en experiencias atractivas y motivadoras para los usuarios. Yu-kai Chou, presidente de Octalysis, empresa especializada en gamificación, destaca lo que hace atractivo un juego y efectivo en el ámbito empresarial.
El juego debe tener un significado y vocación épicos. De alguna manera, tiene que situarte en un entorno en el que tu actividad tenga una importancia épica. No es lo mismo salvar el mundo que hacer simplemente hacer crecer tu huerto.
También es importante la consecución del logro. Ir pasando de pantalla. Aunque todos los días acumules puntos, esto tiene que traducirse en un progreso que te motive al volver al día siguiente a ganar más puntos.
La creatividad y la propiedad también hace que incremente la motivación de seguir jugando. Mientras más personalizado esté tu juego, tu aplicación, más sentimiento de pertenencia tendrás y más interés de salvaguardo de pérdida de puntos o “ataques” externos.
La competitividad es parte fundamental de muchos juegos debido a la influencia social (todos juegan) y el sentimiento de carencia (yo también quiero lo que tienen ellos). Por último, Chou señala la curiosidad y la evitación de perdida como los grandes motores para jugar. Una combinación entre seguir ganando y mantener lo ganado.
«La gamificación no es solo puntos y recompensas; es crear experiencias que conecten con las emociones y aspiraciones de las personas” – Yu-kai Chou.
Cómo gamificar tu empresa
Gamificar tu empresa comienza con un plan estratégico que integre dinámicas de juego para motivar a los empleados y mejorar los resultados. La primera fase es diagnosticar: identifica los objetivos específicos (como aumentar la productividad o mejorar el compromiso) y los comportamientos que deseas fomentar.
Luego, diseña las mecánicas de juego (puntos, niveles, recompensas) alineadas con las metas empresariales, asegurándote de que sean justas y alcanzables. Implementa estas dinámicas en la fase piloto, probándolas en un equipo pequeño y ajustándolas según los resultados y el feedback.
Por último, expande y monitoriza constantemente el sistema en toda la organización, evaluando su impacto y adaptándolo para mantener el interés y la efectividad.
Cabe mencionar que puedes gamificar tu empresa mediante desarrollos personalizados, consultorías especializadas o herramientas ya disponibles, como Learning Park, Zeppelean o Gamiteams.
La gamificación transforma las actividades diarias en desafíos llenos de sentido y propósito, mejorando la experiencia laboral de los empleados y los resultados de la organización.