Diciembre está a la vuelta de la esquina y se vienen las tradicionales celebraciones navideñas en el trabajo: cenas de equipo, decoración, regalos y esa esperada cesta de Navidad. Las grandes multinacionales están acostumbradas, pero ahora, empresas de todo tipo son cada vez más diversas y ya no basta con organizar “la típica fiesta de Navidad”.
¿Cómo hacer que todos se sientan cómodos y respetados? ¿Cómo asegurarnos de que nadie se quede fuera, ya sea por razones culturales, religiosas, de edad o preferencias personales? La clave está en diseñar unas celebraciones inclusivas, donde cada persona, sin importar su origen o su historia, pueda sentirse parte de la fiesta. Aquí van ocho ideas prácticas para lograrlo.
Un “Felices Fiestas” que incluya a todos
Empezamos por algo sencillo pero esencial: el lenguaje. En lugar de limitarse a un “Feliz Navidad”, opta por expresiones como “Felices Fiestas” o “Feliz Año Nuevo”. Así, abrimos el abanico de posibilidades y nos aseguramos de que todas las personas, independientemente de sus creencias o celebraciones en estas fechas, se sientan reconocidas y bienvenidas. ¿No es maravilloso desear alegría a todos sin excepción?
Decoración neutra y acogedora
La decoración navideña suele ser un clásico, pero, en un entorno inclusivo, debemos cuidar los detalles. Elige una decoración neutra que no incluya símbolos exclusivamente religiosos. Por ejemplo, puedes optar por luces, guirnaldas de colores, estrellas o decoraciones de invierno que recuerden la época sin hacer referencia a símbolos específicos.
Si quieres darle un toque personalizado, puedes organizar un concurso de decoración, donde cada departamento pueda decorar su zona bajo un tema de su elección, siempre que respete la neutralidad. Esta es una manera de incorporar la creatividad de todos sin que nadie se sienta incómodo o excluido.
Comida para todos los gustos
¿Qué sería de una fiesta sin comida? Pero claro, no todos los empleados pueden o desean comer lo mismo. Para hacerlo más inclusivo, ofrece varias opciones de menú que cubran las necesidades alimentarias de todos: opciones sin gluten, platos vegetarianos o veganos, alternativas bajas en azúcar para personas diabéticas, opciones para alergias e intolerancias o restricciones religiosas para aquellos que, por ejemplo, no desean comer cerdo, ternera o marisco.
También puedes montar una “mesa colaborativa” donde cada equipo aporte un plato, asegurándote de incluir variedad para que haya opciones seguras y sabrosas para todos. ¿Por qué no aprovechar para probar cosas nuevas y compartir tradiciones gastronómicas de distintas culturas?
Actividades para todos los gustos y todas las edades
Un gran desafío en estas fiestas es diseñar actividades que sean disfrutadas por todas las generaciones, desde empleados jóvenes en sus veintitantos hasta aquellos con décadas de experiencia. ¿Cómo conseguirlo? Opta por juegos o dinámicas sencillas que no dependan de la fuerza física ni de un conocimiento específico, como trivials temáticos, talleres de manualidades navideñas o un concurso de karaoke con canciones de todos los tiempos.
También puedes organizar una pequeña tómbola de premios donde todos puedan participar, sin importar la edad o las habilidades. Así, creamos un ambiente de diversión y unión que permite que todos aporten algo sin sentirse fuera de lugar.
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Espacios adaptados para la diversidad funcional
La accesibilidad es clave en una celebración inclusiva. Si el evento se realiza en la oficina, asegúrate de que el espacio sea accesible para personas con movilidad reducida, despejando áreas o instalando rampas si es necesario.
Además, ten en cuenta las necesidades sensoriales de quienes puedan verse afectados por estímulos como luces intermitentes o música alta. ¿Por qué no incluir un espacio tranquilo donde quienes lo necesiten puedan relajarse o tomar un descanso de la fiesta? Esto permite que cada uno disfrute a su manera, sin presiones.
Obsequios que realmente sorprendan
Cuando hablamos de regalos en el trabajo, a veces se cae en la rutina de regalar lo mismo para todos, pero esto no siempre es lo más acertado. En lugar de dar el típico obsequio estandarizado, puedes optar por detalles personalizados o por tarjetas de regalo en tiendas donde cada persona pueda elegir lo que realmente le gusta o necesita. Es buen momento para ejercer el consumo responsable y optar por comercios locales o comercio justo que sea responsables con el medio ambiente y la sociedad en su conjunto.
Si se realiza un “amigo invisible”, asegúrate de proponer un límite de precio accesible y da algunas sugerencias de regalos inclusivos, como artículos sin estereotipos de género o que tengan un toque cultural. La idea es que todos reciban algo que realmente valoren y disfruten.
Integración a través del conocimiento y la diversión
¿Qué mejor momento que las fiestas para conocerse mejor? Aprovecha estas fechas para crear un espacio de encuentro e integración. Puedes organizar una actividad en la que cada persona o equipo comparta una tradición típica de su lugar de origen o cultura.
Por ejemplo, pedir a cada grupo que presente una breve historia o costumbre navideña y después realizar una trivial con preguntas sobre estas tradiciones. Esto no solo resulta divertido, sino que permite que todos aprendan un poco más sobre la diversidad de sus compañeros. Y como resultado, el equipo se sentirá más unido y conectado.
La participación es clave: deja que todos aporten
Involucrar a los empleados en la planificación de las actividades y en la organización de la fiesta es una de las mejores maneras de asegurarse de que todos se sientan incluidos. Puedes pedir voluntarios para cada aspecto de la celebración: desde la decoración hasta la selección musical o la coordinación de juegos.
Al repartir estas responsabilidades, no solo logras que la organización sea más inclusiva, sino que fomentas un ambiente colaborativo y cercano. Además, cada persona aporta algo especial desde su perspectiva, haciendo que la celebración sea realmente única y diversa.
Felices Fiestas para todos
Así, unas fiestas inclusivas no solo hacen que todos se sientan bienvenidos, sino que también fortalecen los valores de respeto y convivencia en la empresa. Celebrar juntos es una oportunidad para reconocer y valorar la riqueza de la diversidad que tenemos en el equipo. Es un tiempo para respetar y para compartir, no solo a nivel profesional, sino humano. Así que, cuando este año te acerques a tus compañeros, recuerda desearles unas “Felices Fiestas”, y que esa felicidad sea para todos, sin excepción.
